jueves, 25 de octubre de 2012

Ser el primero en colocar un precio tecnológico, ¿Un arma de doble filo?


     Hay una deducción que saqué en base a observaciones que siempre hacía, no sé si es realmente la correcta o no, menos aún si es la más justa o injusta, pero sí la que me parece más "transparente" por así decirlo, o mejor aún, la más consecuente.
     Ser el primero en el mercado tecnológico en ofrecer un nuevo producto, o revolucionario en su momento (ejemplo: iPad, es decir, una tableta) puede traer grandes beneficios como consecuencias. Y lo que más depende de todo ello es el tema que a muchos, la gran mayoría, los tiene atados... me estoy refiriendo al precio del producto en cuestión.
     Cuando una empresa, o persona, o grupo o institución presenta una novedad de primera mano, es un "plus" de ventaja sobre la competencia. El hecho de que dicho producto sea exitoso o no tiene muchos factores, muchos ingredientes que se mezclan para dar un único resultado estipulado: ganancia. Si no, de lo contrario, es un intento fallido y lo retiran del mercado. Ante esta última situación algunos tratan de "revivir" sus negocios, ofreciendo ofertas, renovaciones, actualizaciones, fusiones con otras compañías, etc... pero al ver que sus intentos siguen siendo negativos... terminan por desecharlos... como sucede con la gran mayoría de los "productos defectuosos" de las empresas tecnológicas. No necesariamente tiene que ser un elemento físico, tranquilamente puede ser algún tipo de software o algo por el estilo. ¿Un ejemplo? Google Wave es uno entre tantos. Si bien no fue el primero de su clase, sí fracasó ante la competencia. O podría ser Napster. O cualquiera que se les ocurra.
     Pero, personalmente, lo que es indudable para que dicha novedad "agarre vuelo" desde el comienzo es el detalle de "la cereza del postre", quiero decir el precio. El asignar un valor económico a algo siendo el primero en dicho rubro puede ser un arma de doble filo. A partir del mismo muchos, si no todos, lo consideran como el punto de referencia. Si una compañía que compite hace algo parecido/igual y se pasa, aproximadamente, el 50% más inclusive en su monto total muchos exclamarán que es extremadamente caro. En cambio, si sale algo que cuesta menos de la mitad del precio de referencia, o más bajo aún, se dirá que es muy barato y accesible para el bolsillo de un "usuario común" y considerarán si la relación de la calidad del producto en base a su precio merece ser pagado o no. Es más, muchos al ver las diferencias de importes económicos se detienen a analizar bien cada punto, cada característica y cada elemento de los productos a comparar porque se sienten inseguros o intrigados ante tanta diferencia. El precio es el segundo elemento más importante, personalmente lo que creo así. El primero, obvio pero coherente, es el producto en sí. Sin algo que presentar, no hay monto a considerar je.
     Voy a hacer un caso hipotético en base a un ejemplo bien concreto y puntual. Tomemos el iPad (el de tamaño "grande", el primero que salió de todos, no el mini). Quizás no haya sido la primera tableta del mundo, pero sí la que trajo su popularidad. Teniendo en cuenta que su precio promedio es de U$S 500 los competidores luchan por ofrecer algo extremadamente más barato, como ser la Kindle Fire, o algo que si bien es de precio similar tenga motivos para estar a su altura, como la Surface por decir un ejemplo. A partir de esos 500 dólares queda la primera imagen de qué precios pueden estar rondando esos equipos para el público final. Pero, lo que yo noto, es que "500 siempre van a ser 500". Es decir, esa imagen de que a partir de allí todo sea muy barato o caro es algo que quedará marcado. ¿Qué hubiera pasado si el iPad se hubiera presentado a U$S 1.000 la primera vez? Muchas personas dicen, por ejemplo, que comparándola con la actual Kindle Fire pueden acceder a algo que sus bolsillos se lo permiten y seguir pagando otras cosas en paralelo, otras necesidades y/o gustos. Si todo hubiera arrancado con 1.000 dólares como les planteé antes, ¿Entonces tener un Kindle Fire a U$S 500 considerando el precio de la competencia implementadora/impulsora de dicha tecnología sería el "precio accesible para nuestros bolsillos" a pagar? Digo, porque estos últimos 500 son los mismos que el del actual iPad. Entonces... ¿Qué es realmente "accesible para nuestro bolsillo y qué es lo realmente caro? ¿Cómo establecer ello en el amplio aspecto capitalista? O bien... ¿Realmente ésta es la forma de que nosotros, los consumidores finales, aceptemos el precio de algo? ¿Por qué necesariamente tenemos que "movernos" o tener en consideración todos los precios en relación y/o comparación con el primero estipulado? ¿Existe alguna forma de que la demanda modifique este punto de la oferta hacia su favor?



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