Otra vez volví a tener un nuevo inconveniente con mi Samsung Galaxy S III referido a la tarjeta de memoria MicroSD. En este caso, la solución resultó ser fácil (aunque no la más gustosa): me compré una nueva...
Tiempo atrás les comenté sobre un acontecimiento similar. En esta ocasión, la tarjeta MicroSD de 32 GB que tenía, de un día para el otro, dejó de funcionar así como así. El smartphone me arrojó una alerta de error en la misma, la cual debía formatearse... quedé sorprendido y algo cansado. Me dije a mí mismo: "otra vez esto". Cuando la quise formatear, simplemente no podía. Esto me sucedía tanto en el teléfono celular como cuando la conecté a la PC. En ningún caso me reconocía la tarjeta... me preguntaba a mí mismo, "¿Y ahora qué le pasa?"..................... probé con otras MicroSD que tengo por ahí de menor tamaño y a todas me las reconocía y leía en cualquier dispositivo... pero la de 32 GB no.
Decidí consultar y todos me dijeron más o menos lo mismo: la tarjeta "murió". Había que comprarse otra, esa era la solución que todos me arrojaban y coincidían. Al principio me dio algo de lástima y de bronca. Es decir, ya había invertido antes en dicho dispositivo... y ahora tenía que volver a hacerlo por un fallo de ese calibre... y considerando que no hacía ni un año que la tenía.
En fin, no me quedó otra que adquirir una nueva tarjeta MicroSD Kingston de 32 GB. Exactamente igual a la anterior. El mayor "inconveniente" (por así decirle) en este caso fue su precio: 36 dólares como pueden ver en la foto... pero yo la pagué 353 pesos argentinos. No es todo el dinero del mundo... pero pensar que algo del tamaño de una uña cuesta eso no es del todo grato je.
Esto es lo que tengo para decirles hoy con respecto a mi smartphone, mejor dicho, sus accesorios je. Nuevamente un error de lectura se me presentó... pero la solución en este caso pasó a ser directamente un reemplazo total. Como dije la otra vez: la verdad que es un tanto curioso lo sucedido. No obstante, me pareció oportuno y conveniente contarles mi experiencia personal en ello. Quizás a alguien pueda sucederle algo similar, o simplemente sea un dato de interés, o de curiosidad, o de alguna utilidad.
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